Tipos de contratos
Un contrato de construcción es un acuerdo entre un cliente que desea que se realice una obra y un contratista general. Este tipo de contrato detalla el alcance del trabajo del contratista, incluido su derecho a subcontratar parte del trabajo, cómo y cuánto cobrará por el trabajo, y los planos u órdenes de trabajo aplicables. Los contratos de construcción suelen dividirse en cuatro categorías principales:
Un contrato de construcción sólido debe esbozar el alcance del proyecto con el mayor detalle posible para dejar poco o ningún margen de confusión a ninguna de las partes. Este tipo de contrato suele incluir documentos individuales que detallan los distintos aspectos del proyecto, como quién será responsable de realizar determinadas tareas, el calendario previsto del proyecto, las condiciones de pago y los requisitos de costes, y otros detalles importantes. Suele celebrarse entre el contratista general encargado del proyecto y el propietario del proyecto o edificio que se está construyendo.
Los detalles de los subcontratistas también suelen incluirse en un contrato de construcción cuando un contratista planea subcontratar parte del trabajo. Un contratista general puede encargarse de algunas o todas las tareas asociadas a un proyecto de construcción, o puede recurrir a otras empresas o particulares. Cuando subcontrata, el contratista general es responsable de gestionar los contratos y las condiciones de pago con los subcontratistas. El propietario del proyecto no suele interactuar con los subcontratistas.
¿Cuál es el contrato de construcción más común?
Los contratos de construcción a precio fijo, también conocidos como contratos a «suma alzada» o «suma estipulada», son los tipos más comunes de contratos de construcción. Como su nombre indica, en un contrato de precio fijo un contratista se compromete a construir un proyecto por un precio «fijo» o acordado.
¿Cuáles son los 7 contratos?
Hay 7 elementos esenciales que debe tener un acuerdo para ser considerado un contrato válido. Los elementos de un contrato incluyen la identificación, la oferta, la aceptación, la contraprestación, el acuerdo de voluntades, la competencia y la capacidad, y la legalidad.
¿Cuáles son los 5 tipos básicos de contratos?
Los contratos de la Administración federal suelen dividirse en dos tipos principales: de precio fijo y de reembolso de costes. Otros tipos de contrato son los contratos de incentivos, los contratos por tiempo y materiales, los contratos por horas de trabajo, los contratos de entrega indefinida y los contratos por carta.
Contrato Epc
A la hora de gestionar proyectos de construcción, es importante conocer los distintos tipos de contratos para delimitar correctamente el alcance del trabajo. Elegir el tipo de contrato adecuado depende del proyecto, pero puede marcar la diferencia a la hora de ganar o perder dinero al final.
Los contratos a tanto alzado son los más frecuentes, sobre todo en la construcción de edificios. La idea es que todos los aspectos del proyecto estén predeterminados y se establezcan en un ámbito de trabajo fijo. El propietario conoce el coste por adelantado y el contratista puede gestionar las expectativas.
Un contrato de Coste-Plus-Honorarios no requiere un alcance predefinido del trabajo con un coste fijo. En su lugar, el contratista hace un seguimiento del tiempo y los materiales empleados a lo largo del proyecto y el propietario es responsable del reembolso, más una tarifa fija para el contratista.
Consejo del sector: Para que este contrato sea rentable tanto para el contratista como para el propietario, es responsabilidad del propietario especificar qué costes se reembolsarán y cuáles se considerarán parte de los honorarios fijos del contratista.
Contrato fiduciario de construcción
Los tipos de contrato de construcción suelen definirse por la forma en que se va a realizar el desembolso. En él se detallan otros términos específicos, como la duración, la calidad, las especificaciones y varios otros elementos. Estos grandes tipos de contrato pueden tener muchas variaciones y pueden personalizarse para satisfacer las necesidades específicas del producto o del proyecto.
Este tipo de contrato implica un precio fijo total para todas las actividades relacionadas con la construcción. Los contratos a tanto alzado pueden incluir incentivos o beneficios por rescisión anticipada, o también pueden tener penalizaciones, denominadas daños liquidados, por una rescisión tardía.
Este contrato se utilizará cuando sea necesario transferir el riesgo al constructor y el propietario quiera evitar órdenes de cambio por trabajos no especificados. Sin embargo, el contratista también debe incluir algún porcentaje de coste asociado a la asunción de ese riesgo. Estos costes quedarán ocultos en el precio fijo. En un contrato a tanto alzado, es más difícil recuperar el crédito por el trabajo no realizado, así que téngalo en cuenta a la hora de analizar sus opciones.
Este tipo de contrato implica el pago de los costes reales, compras u otros gastos generados directamente por la actividad de construcción. Los contratos de coste incrementado deben contener información específica sobre una determinada cantidad prenegociada (algún porcentaje del coste de material y mano de obra) que cubra los gastos generales y los beneficios del contratista. Los costes deben detallarse y clasificarse como directos o indirectos. Existen múltiples variantes de contratos de coste incrementado y las más comunes son:
Contrato de diseño y construcción
Existen tres tipos principales de contratos de construcción, identificados en función del mecanismo de cálculo de la suma que debe pagar el empresario: los contratos a tanto alzado, los contratos de nueva medición y los contratos de costes reembolsables. Los distintos tipos varían principalmente en cuanto a quién asume los riesgos, qué parte tiene que pagar por los sobrecostes y qué parte puede quedarse con los ahorros si los costes del proyecto son inferiores a los estimados[3].
En un contrato a tanto alzado, el propietario se compromete a pagar al contratista una cantidad determinada tras la finalización de las obras, sin desglosar los costes[8][9] Una vez finalizadas las obras, no es necesario realizar mediciones detalladas.
En un contrato a tanto alzado, el contratista realiza el trabajo completo según el plan y las especificaciones por una cantidad fija determinada según el acuerdo. El propietario facilita la información necesaria y el contratista cobra una cantidad determinada. Este contrato es adecuado cuando el número de elementos es limitado o cuando es posible calcular las cantidades exactas de trabajo que deben ejecutarse. Las especificaciones detalladas de todos los elementos de trabajo, planos y dibujos de detalle, depósito de seguridad, penalización, progreso y otras condiciones del contrato se incluyen en el acuerdo. Aunque se trata de un contrato a tanto alzado y programado, se pagará al contratista a intervalos regulares de 2-3 meses según el progreso del trabajo sobre la base de un certificado emitido por el ingeniero a cargo. En el acuerdo se incluye una tarifa programada para el pago de los elementos adicionales.