Efectos psicológicos del divorcio en los hijos
A veces este proceso puede parecer duro, pero es buena idea ponerse de acuerdo sobre cómo vais a gestionar el cuidado de los niños entre los dos tan pronto como podáis. Sólo si no llegáis a un acuerdo o tenéis dudas, podéis recurrir a un tribunal.
Es posible que podáis llegar a un acuerdo sobre la forma en que cada uno de vosotros contactará o pasará tiempo con su hijo sin ayuda externa. Puede ser un acuerdo verbal, pero puede ser útil ponerlo por escrito. Si incluye el régimen de visitas en su plan de paternidad, tendrá una referencia escrita de lo que ha acordado.
Acordar las cosas directamente con tu ex tiene muchas ventajas, pero no funciona para todo el mundo. El siguiente paso es la mediación. Es cuando un profesional os ayuda a ti y a tu pareja a hablar de los problemas de una manera más neutral.
No tiene por qué compartir sus datos con nosotros: hay muchas razones por las que puede querer permanecer en el anonimato, y las respetaremos. Todas las llamadas son confidenciales y siempre pediremos su consentimiento antes de compartir sus datos con otras organizaciones. El único caso en que compartiremos información sin su consentimiento es si creemos que existe una situación de riesgo para su vida o si usted u otra persona corren el riesgo de sufrir daños importantes. En estos casos, es posible que tengamos que ponernos en contacto con la policía, el servicio de ambulancias o la asistencia social infantil.
¿A qué edad afecta más el divorcio a un niño?
Edad escolar primaria (6-12) Esta es posiblemente la edad más difícil para que los niños afronten la separación o el divorcio de sus padres. Esto se debe a que tienen edad suficiente para recordar los buenos momentos (o los buenos sentimientos) de cuando eran una familia unida.
¿Qué ocurre con los hijos cuando se separan?
El tribunal puede ordenar que el menor viva con uno de los progenitores o con ambos, y especificar cuándo vive con cada uno de ellos. Si el menor vive con uno de los progenitores, el tribunal puede ordenar que el menor tenga contacto o pase tiempo con el otro progenitor. El contacto puede ser cara a cara (contacto directo).
¿A qué edad afecta menos el divorcio a un niño?
«Probablemente la única edad en la que se diría que no tiene un impacto significativo es por debajo de los dos años», explica. Esto se debe en gran parte al desarrollo de las capacidades cognitivas del niño antes de los 3 años. Incluso los niños de dos años tienen memoria, por lo que son conscientes del cambio a nivel emocional más que a nivel cognitivo».
No quiero hablar de
Si usted y su pareja se están separando, tendrá que tomar muchas decisiones emocionalmente difíciles en relación con sus hijos. Desde dónde vivirán hasta a qué colegio irán, el bienestar de sus hijos debe estar en el centro de todo lo que decida.
El divorcio y la disolución pueden ser momentos confusos y aterradores para los niños. Abordamos todos los asuntos relacionados con los hijos con sensibilidad y pragmatismo, tratando de ayudar a las personas a encontrar soluciones positivas sin conflictos innecesarios.
Siempre vemos los tribunales como último recurso y en la gran mayoría de los casos. Podemos garantizar una resolución suficiente para nuestros clientes sin pisar nunca un juzgado. Según nuestra experiencia, las mejores soluciones a los problemas relacionados con los hijos se consiguen mediante la cooperación y la negociación.
Al tomar una decisión sobre sus hijos, la consideración primordial del tribunal de familia será su bienestar. Deben tener en cuenta una serie de factores, como la edad del niño, sus deseos y su capacidad para criarlo. Por lo general, lo mejor para el niño es tener un contacto regular y significativo con ambos progenitores. En cualquier caso, nos aseguraremos de que sus propios intereses estén bien representados durante el asunto.
El divorcio no es el fin de la
Para los padres que se separan, la decisión sobre la custodia de los hijos suele ser uno de los aspectos más emocionales del divorcio. A muchos padres les preocupa no poder ver a sus hijos tanto como quisieran o les frustra que el otro progenitor pueda tomar decisiones con las que no están de acuerdo. En los casos más graves, también puede temerse por el bienestar del menor cuando pasa tiempo con uno de sus progenitores o familiares.
La orientación de un abogado con experiencia en Derecho de familia puede ser muy valiosa durante este proceso. Puede ayudarle a comprender su situación desde el principio y explicarle cómo podría fallar un tribunal en determinadas circunstancias. También puede hablarle de las expectativas razonables de un resultado, de sus derechos como padre y de otras cuestiones. Así podrá llegar a la mediación o la negociación con información precisa y objetivos alcanzables.
¿Van a intentar el acogimiento compartido, o el niño se sentiría más estable viviendo con uno de los progenitores la mayor parte del tiempo? ¿Quién tiene espacio suficiente para el niño? ¿Qué distancia tendrá que recorrer el niño para desplazarse entre los padres y cómo se conseguirá? ¿Vivirán todos los niños de la familia en el mismo lugar? ¿Cómo irá y volverá el niño del colegio y de las actividades?
Pegamento para mamá y papá
En algunos puntos de esta guía nos hemos referido a «la otra parte». Se trata de la otra persona en su caso, ya sea el otro progenitor del menor u otra persona con responsabilidad parental sobre el menor.
Cuando los padres se separan, una de las cuestiones más importantes que hay que resolver es qué medidas se tomarán con respecto a los hijos. Esto puede incluir cuestiones como dónde vivirán los hijos, con qué frecuencia verán al otro progenitor, la pensión alimenticia, la escolarización y la educación.
Los acuerdos sobre los hijos pueden ser flexibles para satisfacer las necesidades de los hijos. Los hijos pueden, por ejemplo, vivir con uno de los progenitores y tener contacto regular con el otro. Algunos niños viven con ambos progenitores. Por ejemplo, pueden pasar una semana con uno de ellos y otra con el otro.
Es importante que los padres se comuniquen entre sí de manera respetuosa para llegar a acuerdos centrados en el interés superior del menor. Recuerde que para cuestiones importantes relacionadas con los hijos debe consultar a cualquier persona que tenga la patria potestad del niño (véase Los niños y la ley: patria potestad).