Pena por acusación falsa de violencia doméstica
Jul102020Javier Ortega-Smith, Secretario General del partido ultraderechista español, Vox calificó la violencia de género como una ‘gran mentira’ tras la celebración del nuevo año judicial en la Comunidad de Madrid, el 9 de septiembre de 2019. En dicha celebración se hizo un importante hincapié en la violencia de género, lo que le hizo afirmar que ‘la violencia es violencia y no tiene sexo’. «No hay que centrarse en la violencia contra las mujeres», dijo. «Las estadísticas no favorecen la lucha contra la violencia sobre la mujer».
En primer lugar, hay que tener claro que existe una brecha entre «violencia de género» y «violencia doméstica»: «En ocasiones, el concepto de violencia de género no está bien definido y se confunde con el de violencia doméstica o violencia llana, por lo que la lucha contra ella puede ser menos eficaz de lo que se pretende» (Gimeno Reinoso, B. & Barrientos Silva, V. 2009:1).
En la tesis denominada «Trastorno de estrés postraumático en mujeres víctimas de violencia doméstica: Evaluación de Programas de Intervención» realizada por Paulina Paz Rincón González, señala que han existido dos grandes variedades en el estudio de la violencia de género:
¿Qué ocurre si alguien miente sobre la violencia doméstica en el Reino Unido?
Podrían acusarle de un delito que no ha tenido lugar y que podría dar lugar a una condena penal. Si se le acusa de falsas alegaciones de violencia doméstica durante un procedimiento familiar y matrimonial, debería considerar la posibilidad de buscar asesoramiento jurídico.
¿Cuánto tiempo puede ir a la cárcel por acusaciones falsas Reino Unido?
¿Qué puede ocurrir con las personas que hacen denuncias falsas? Hacer una denuncia falsa puede acarrear una multa, una condena por pérdida de tiempo de la policía o incluso una pena de prisión por el delito más grave de pervertir el curso de la justicia. Este delito se castiga con una pena máxima de seis meses de prisión.
¿Por qué los hombres no denuncian los incidentes de violencia de género?
10 razones por las que los niños y los hombres no denuncian la violencia de género:
Miedo al ostracismo. Reformulación de los abusos sexuales como tortura. Criminalización debido a que los actos sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales. Reacción homófoba.
Presenté una denuncia falsa por violencia doméstica
Una denuncia falsa es diferente de una denuncia infundada, en la que una investigación no consigue demostrar que se haya producido una agresión doméstica o sexual (Lisak, Gardinier, Nicksa, & Cote, 2010, p. 1319).
Un problema clave a la hora de evaluar el alcance de las denuncias falsas es que algunos estudios no definen qué es una denuncia falsa, y algunos registros policiales se basan en definiciones ambiguas o excesivamente inclusivas (Lisak et al., 2010, pp. 1319-1321). Una confusión habitual es la que existe entre los casos «infundados» y los falsos. Los casos infundados o no probados son aquellos en los que hay un veredicto de «no culpable». Los casos auténticamente falsos son un subconjunto de éstos, e implican una acusación o denuncia deliberadamente falsa.
Algunos datos de las fuerzas del orden clasifican erróneamente los casos como «falsos» cuando la víctima no puede o no quiere cooperar, faltan pruebas, la víctima hace declaraciones incoherentes o la víctima está muy intoxicada (Lisak et al., 2010, p. 1321). Existen pruebas de que las fuerzas del orden han clasificado erróneamente los casos de forma habitual y a menudo han agrupado por error los casos infundados y falsos en la misma categoría. Por lo tanto, no debemos confiar en las clasificaciones de las fuerzas del orden sin analizar cómo se han elaborado.
Consecuencias de las denuncias falsas
La violencia de género (VG) es la violación de los derechos humanos más generalizada pero menos visible en el mundo. Incluye daños físicos, sexuales, mentales o económicos infligidos a una persona debido a desequilibrios de poder socialmente atribuidos entre hombres y mujeres. También incluye la amenaza de violencia, coacción y privación de libertad, ya sea en público o en privado.
En todas las sociedades, las mujeres y las niñas tienen menos poder que los hombres: sobre sus cuerpos, decisiones y recursos. Las normas sociales que consienten el uso de la violencia por parte de los hombres como forma de disciplina y control refuerzan la desigualdad de género y perpetúan la violencia de género. En todo el mundo, las mujeres y las niñas -especialmente las adolescentes- son las más expuestas.
La violencia de género adopta numerosas formas: La violencia en la pareja, la violencia sexual, el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, la trata con fines de explotación sexual, el infanticidio femenino y los crímenes de «honor» son comunes, y la violencia en la pareja se da en tasas asombrosas en todos los países. Las niñas y las mujeres también pueden sufrir violencia de género cuando se ven privadas de nutrición y educación.
¿Se puede ir a la cárcel por mentir sobre violencia doméstica?
Una de cada tres mujeres sufrirá violencia física o sexual a lo largo de su vida. Aunque no existe una causa única para este tipo de violencia, algunos de los factores más fuertes y constantes son las normas sociales perjudiciales que contribuyen a la desigualdad de género.
Los rígidos roles de género suelen dar lugar a la expectativa de que las mujeres sean sumisas a los miembros masculinos de la familia. Cuando están casadas, se espera que las mujeres obedezcan a sus maridos, actúen según sus deseos y no se esfuercen por tomar decisiones en pie de igualdad. Si transgreden estas normas pueden enfrentarse a la violencia física utilizada por los maridos como castigo o disciplina.
Mientras que de las mujeres y las niñas se espera que sean sumisas, de los hombres se espera que ejerzan el poder y el control en sus familias y relaciones, lo que puede manifestarse de diversas maneras. En las relaciones de pareja, la dominación masculina puede aparecer en forma de control de los teléfonos móviles y las redes sociales.
Nuestra investigación de la región de América Latina y el Caribe (ALC) encontró que los hombres jóvenes tienen un control significativo sobre el uso de las redes sociales y los teléfonos de sus parejas – con el 80% de los jóvenes diciendo que sus amigos varones monitorean el teléfono de su pareja.