Medios sociales y difamación . #demanda
Desgraciadamente la difamación en Internet es más habitual de lo deseado. No es difícil imaginar que en este mismo momento una persona, con suerte, ni usted ni yo, está siendo difamada en internet. Se enciende con un solo clic. La pantalla de cualquier terminal se ilumina y el derecho al honor queda a oscuras, desconectado.
En el aparente «todo vale» del ciberespacio, no todo debe «valer». El código binario de mentiras y falsedades infecta la red y se llena de enredos, aunque existe legislación y recursos para proteger el derecho a la propia imagen o retrato personal, la realidad ha demostrado que esta legislación no es eficiente. Las redes sociales y los medios digitales irrumpieron en el panorama periodístico a gran velocidad, sin someterse a su código deontológico, y la lentitud de nuestra Justicia está haciendo que se pierda de vista.
«Difamar por Internet sale gratis» es el #Hashtag no escrito en los medios, poco se puede hacer por la víctima en la lucha contra la difamación. Ocurre en España pero es un problema mucho más amplio y global.
Rafael Nadal demanda al ex ministro francés de Deportes
La ley alemana Gesetz zur Verbesserung der Rechtsdurchsetzung in sozialen Netzwerken (Netzwerkdurchsetzungsgesetz) (literalmente: Ley sobre la mejora de la aplicación de la ley en las redes sociales y conocida como «NetzDG») ha atraído mucha atención mediática, por ejemplo aquí y aquí, desde su plena entrada en vigor el 1 de enero de 2018. Esto fue provocado en gran medida por algunas eliminaciones de alto perfil, incluido un tweet del Ministro de Justicia responsable.
Esta contribución dará una visión general de la NetzDG y explicará cómo algunas de las críticas son exageradas y parcialmente erróneas. Aunque es poco probable que la NetzDG resuelva todos los problemas que rodean a las redes sociales y la libertad de expresión, y sin duda presenta un cierto riesgo de ahogar la expresión en línea, creo que es, sin embargo, un paso significativo en la dirección correcta. En lugar de socavar la libertad de expresión, promete contribuir a debates más inclusivos al dar menos protagonismo a las voces ruidosas y radicales. En cualquier caso, parece razonable dejar que este experimento normativo se desarrolle y observar si los temores sobre un «efecto inhibidor» de la libertad de expresión se ven confirmados por las pruebas. Está prevista una revisión de la ley y sus efectos tras un periodo inicial de funcionamiento de tres años, lo que debería aportar abundantes datos y experiencia reguladora, limitando al mismo tiempo el margen de posibles perjuicios.
Johnny Depp gana un caso de difamación, su ex mujer Amber
Con el auge de las redes sociales, los sitios de agregación de contenidos y los comentarios en línea, el riesgo de que contenidos difamatorios y declaraciones falsas lleguen a un público amplio ha aumentado enormemente en los últimos años. Los sitios están diseñados para fomentar e incentivar el intercambio de información sensacionalista sin ningún tipo de comprobación de los hechos o regulación.
En su lugar, los demandantes que crean que han sido difamados en línea deben presentar una demanda contra la persona o entidad que realmente hizo la declaración difamatoria. Para ello, el demandante deberá presentar una demanda ante un tribunal estatal o federal apropiado. El tribunal apropiado debe determinarse después de que un abogado lleve a cabo un análisis jurisdiccional.
La difamación se define generalmente como una declaración falsa y publicada que perjudica la reputación del demandante. Una publicación en línea, incluso en un sitio web poco conocido, probablemente será vista por unas pocas personas, cumpliendo así el requisito de publicación. En la mayoría de los estados, la publicación sólo requiere que la declaración sea vista por una persona, distinta del autor y del sujeto de la declaración.
Amber Heard declara en el juicio por difamación – Primera parte (Johnny
Lumen es un proyecto de investigación independiente gestionado por el Berkman Klein Centre for Internet & Society de la Facultad de Derecho de Harvard, que recopila y publica copias de dichas solicitudes de retirada de contenidos en línea. Su objetivo es facilitar la investigación, proporcionar transparencia sobre dichas solicitudes (incluido quién las envía y con qué fin) y evitar así abusos y fraudes en las prácticas de moderación de contenidos en línea. Lumen afirma que su base de datos ya ha ayudado a los investigadores a identificar notificaciones de retirada fraudulentas en varias ocasiones.