Descanso por 8 horas de trabajo

Ley de pausas en el trabajo Turno de 8 horas

La jornada laboral de 8 horas se creó durante la revolución industrial como un esfuerzo por reducir el número de horas de trabajo manual que los trabajadores se veían obligados a soportar en las fábricas. Este avance supuso un enfoque más humano del trabajo hace doscientos años, pero tiene poca relevancia para nosotros hoy en día.

Un estudio realizado recientemente por el Grupo Draugiem utilizó una aplicación informática para hacer un seguimiento de los hábitos de trabajo de los empleados. En concreto, la aplicación medía el tiempo que las personas dedicaban a diversas tareas y lo comparaba con sus niveles de productividad.

En el proceso de medición de la actividad de las personas, se toparon con un hallazgo fascinante: la duración de la jornada laboral no importaba mucho; lo que importaba era cómo la gente estructuraba su día. En concreto, las personas que hacían pausas cortas eran mucho más productivas que las que trabajaban más horas.

Las personas que han descubierto este ratio mágico de productividad aplastan a sus competidores porque aprovechan una necesidad fundamental de la mente humana: el cerebro funciona de forma natural en rachas de alta energía (aproximadamente una hora) seguidas de rachas de baja energía (15-20 minutos).

Horas máximas de trabajo en EE.UU.

La idea de la jornada tripartita se introdujo en los años 20 para ofrecer un respiro a los trabajadores industriales acostumbrados a las largas jornadas de trabajo en las fábricas. Hoy sigue considerándose la norma, a pesar de los cambios colosales que se han producido en los últimos 100 años. ¿Sigue siendo realmente el concepto de igualdad de trabajo, ocio y descanso la clave de una vida humana sana y plena, impermeable a la evolución de la tecnología y los cambios sociales, o se trata de un mantra institucionalizado que poco a poco va perdiendo relevancia en el mundo moderno?

Si nos fijamos en estos tres elementos, parece que el mundo científico sigue estando bastante de acuerdo en que necesitamos descansar hasta 8 horas al día. Las pruebas sugieren que el rendimiento diario y la salud general a largo plazo parecen beneficiarse de entre 6 y 8 horas de sueño por noche. Esto nos lleva a preguntarnos si debemos repartir el resto del tiempo que tenemos al día entre el trabajo y el ocio.

Durante la década de 1930, y poco después de que los trabajadores empezaran a acostumbrarse a disponer de 8 horas de ocio por cada día de la semana laboral, parecía que el cielo era el límite para quienes proyectaban pasos agigantados hacia una vida laboral más pausada.    En plena Gran Depresión, el economista británico John Maynard Keynes predijo audazmente que la jornada laboral de tres horas sería la norma en 2030. Propuso que el aumento del ocio se correlacionaría con el progresivo aumento del nivel de vida en algunos países.

Cuántas horas

A principios del siglo XX, un movimiento popular a favor de la jornada de ocho horas recorrió Estados Unidos de costa a costa. Al menos cincuenta años antes, los trabajadores estadounidenses habían presionado para que la jornada fuera de diez horas. Pero en la década de 1880, muchos estadounidenses pedían una jornada laboral aún más corta, de ocho horas.

Grupos de trabajadores de todo el país, desde zapateros y cortadores de ropa hasta maquinistas y carpinteros, empezaron a organizar asambleas de los Caballeros del Trabajo, que reclamaban mejores condiciones laborales. En esa época, persistían los signos de una depresión general en Estados Unidos causada en parte por el desplome de la bolsa en 1873, cuando más de 5.000 empresas tocaron fondo. El desempleo y el descenso de los salarios provocaron una creciente resistencia entre los trabajadores, según Jeremy Brecher, autor de ¡Huelga! Muchos creían que acortar la jornada laboral a ocho horas reduciría el desempleo al repartir el trabajo entre más gente.

En 1886, los Caballeros del Trabajo contaban con más de 700.000 miembros. Ese año también se produjo una explosión de huelgas en todo el país y los sindicalistas asumieron la reducción de la jornada laboral como una reivindicación más. A partir de ambos movimientos creció el interés por una huelga general nacional a favor de la jornada de ocho horas.

Cómo trabajar 8 horas al día

Los empleados a tiempo completo trabajan 40h a la semana (incluidas las pausas). Sin embargo, la gente suele acabar trabajando más horas. Aquí tienes una calculadora de la jornada laboral de 8 horas que te indicará cuándo es el momento de terminar (además de una calculadora de 7,5h sin contar las pausas).

La primera categoría es la de «sólo turno de mañana», en la que la empresa abre entre las 7 y las 9 de la mañana y cierra por el día correspondiente, entre las 3 y las 5 de la tarde. Seguro que has oído hablar del horario de nueve a cinco, y es precisamente a eso a lo que nos referimos.

La mayoría de las instituciones públicas están abiertas de lunes a viernes, al menos en lo que se refiere al trabajo con los clientes. Algunos ejemplos comunes son los centros de enseñanza, las oficinas de correos, los juzgados, las guarderías, los bancos, etc., que suelen cerrar los fines de semana.

Las empresas de nuestra segunda categoría tienen dos turnos, por lo que el horario de los trabajadores puede apuntar al turno de mañana o al de tarde. En algunos casos, la empresa estará abierta durante todo el día, mientras que en otros habrá un solapamiento de turnos.

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