Se puede impugnar una donación en vida

Donación de órganos poco ética

Un trasplante de riñón de un donante vivo puede planificarse para evitar o reducir el tiempo que una persona está en diálisis y ofrecer un mejor resultado a largo plazo para el receptor. Un riñón de un donante vivo es un regalo excepcional y, aunque Escocia tiene un sistema de exclusión voluntaria de la donación de órganos y tejidos, la donación de riñón en vida sigue desempeñando un papel vital en la mejora del número de trasplantes, de modo que se pueden salvar y transformar más vidas.

Si el donante no es compatible con la persona a la que desea donar, suele ser posible adherirse al Programa de riñón vivo compartido del Reino Unido para que los riñones del donante se «intercambien» con otras parejas. En algunas circunstancias, es beneficioso que las parejas compatibles se unan también al programa de riñón compartido.

Es cuando una persona dona a alguien que no conoce. En la actualidad, todos los donantes altruistas inician una cadena de emparejamientos en el plan de riñón vivo compartido del Reino Unido, a menos que haya un receptor de alta prioridad en la lista de espera.

Cuestiones éticas de la donación de órganos tras la muerte

Deberá tener en cuenta su estado general de salud y si padece algún problema médico, como hipertensión o diabetes. También tendrá que considerar los efectos que la donación pueda tener sobre usted, su cónyuge, sus hijos u otros familiares. Sus finanzas también son importantes, como el tiempo perdido en el trabajo y los gastos de viaje. En resumen, donar un órgano a otra persona significa estar preparado para afrontar algunos retos emocionales, físicos y económicos. Debe pensar detenidamente en todos estos aspectos y asegurarse de que está dispuesto y preparado para donar.

Su centro de trasplantes cuenta con un trabajador social que puede ayudarle a decidir si convertirse en donante vivo es adecuado para usted. El trabajador social está ahí para ayudarle personalmente y responder a todas sus preguntas. Sus conversaciones serán privadas y confidenciales.

Hablarlo con personas de confianza también puede ayudar. Querrá hablarlo con los miembros de su familia. Sus amigos también pueden aportarle ideas y apoyo. También puede resultarle útil hablar con un psicólogo, un trabajador social, un consejero espiritual, su jefe o sus compañeros de trabajo.

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Resumen Para la mayoría de los estudiosos de la ética de la donación de órganos en vida, infligir daños moderados a voluntarios competentes para salvar la vida o aumentar las posibilidades de vida de otras personas se considera justificable siempre que se cumplan determinadas condiciones. Estas condiciones suelen incluir una, o más comúnmente, alguna combinación de las siguientes: (1) El donante vivo da su consentimiento válido a la donación. (2) La donación en vida produce un balance global positivo de daño-beneficio para donantes y receptores que no puede obtenerse de manera menos perjudicial. (3) La donación no puede causar una morbilidad significativa y prolongada al donante ni su fallecimiento. En este artículo se examina críticamente la sugerencia de que estos criterios no son suficientes para ofrecer una explicación general de la donación de órganos en vida justificada en el contexto de voluntarios competentes y que la clave de la donación de órganos en vida justificada es que los donantes reciban suficientes beneficios de su donación como para que éstos compensen los daños que sufren. Sin embargo, aunque este punto de vista -denominado aquí «el criterio del beneficio del donante»- llama la atención sobre los múltiples y complejos motivos que pueden subyacer a la donación de órganos en vida, este artículo concluye que, dadas las amenazas que esta postura plantea para la autonomía individual y la vida de quienes necesitan un trasplante de órganos, «el criterio del beneficio del donante» debe rechazarse en última instancia.

Donación de órganos a favor y en contra

En Australia se pregunta a las familias si consienten la donación de órganos y tejidos, aunque la persona haya registrado su decisión de ser donante. Cuando falleces, se puede preguntar a tu familiar más cercano si consiente en donar tus órganos y tejidos para trasplante. Puede decidir no donar sus órganos y tejidos, aunque usted haya querido ser donante.

No. Según la Ley de Tejidos Humanos de 1983, si usted se opuso a la donación de órganos y tejidos en vida y no hay pruebas de que haya cambiado de opinión, nadie puede consentir la donación de órganos o tejidos de su cuerpo.

La razón por la que las personas no pueden donar órganos si mueren fuera del hospital es que tienen que ser ventiladas artificialmente para que la muerte se produzca de forma que sea posible la donación de órganos. Esto suele ocurrir en las unidades de cuidados intensivos o en los servicios de urgencias de los hospitales.

La muerte cerebral se produce cuando una persona fallece porque se interrumpe el suministro de sangre y oxígeno a su cerebro. El cerebro deja de funcionar y muere sin posibilidad de recuperación. Suele ser consecuencia de una lesión cerebral grave o una hemorragia cerebral (es decir, un ictus).

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